Un carnicero que vende caro su Renault Clio para comprar a buen precio un Peugeot 208, es un analista del mercado automotor? necesitó cursar en Euroinnova International la Maestría en Ventas de Automóvil? la respuesta es un rotundo NO.
Para hacer un buen negocio sólo le bastó aplicar sentido común, olfato y simples cuentas de almacenero.
En finanzas hay muchos profesionales que exhiben sus títulos costosos como carteras de Louis Vuitton. Pero lo único que importa en última instancia es el track-record, es decir, los pingos en la cancha. Y ahí el caballo de un verdulero puede ser más rápido que el de un economista con master. Por supuesto, esta afirmación lastima bastantes egos. El mío incluido.
No busques ser “analista de mercados”. Tampoco busques un PhD in Finance en Stanford School of Business. Sólo necesitas aplicar lo mismo que aplicó el carnicero que hoy anda en el Peugeot.
“El secreto de su éxito es que no estudió nada relacionado a las finanzas. Imagínense todo lo que no tuvo que desaprender” -
El legendario gestor Peter Lynch elogiando a su amigo inversor
Mientras la industria financiera usa modelos complejos como el Capital Asset Pricing Model (CAPM), la Efficient Market Hypothesis (EMH) y demás conceptos que te prometo que NO vas a volver a leer en este espacio, inversores que han sabido cosechar el éxito a largo plazo, como Peter Lynch, Warren Buffett, Mohnish Pabrai, Charlie Munger, Joel Greenblatt, Francisco Garcia Paramés, no han hecho más que usar el modelo del carnicero que compró el Peugeot. Un bombardeo de simplicidad y sentido común.
El caso insignia de mi crítica a la industria financiera fue el fondo de inversión LTCM fundado en 1994. Reunía a un dream-team imbatible: el ex VP de Salomon Brothers, el ex VP de la Fed y 2 premios Nobel de economía. Sólo 4 años les bastó para quebrar.
Cómo es posible? La respuesta es que reemplazaron el sentido común por la ilusión de conocimiento que les daban los modelos matemáticos armónicos en el pizarrón pero alejados en el mundo real. Necesitas mezclar 2 condimentos para crear la receta perfecta del fracaso inversor:
Una educación cara que requiera cientos de horas de profundo esfuerzo con fórmulas hiper-complejas.
Un ego de vidrio que no se permita desaprenderlo porque sería renunciar a todo su esfuerzo, reputación y prestigio intelectual.
Del otro lado, inversores como Warren Buffett (CEO de Berkshire Hathaway) utilizan enfoques tan sencillos como contundentes. Tom Murphy, CEO de Capital Cities y una de las mayores adquisiciones de Berkshire Hathaway en los 80s, dijo “sólo tardamos 15 minutos en hablar sobre el acuerdo y acordar los términos de compra”.
O John Malone, que cuando la familia Hoak, propietaria de un negocio de cable decidió venderlo en 1987, Malone llegó a un acuerdo de compra en ¡¡¡¡¡1 hora!!!!!
Lo mismo con William Stiritz comprando la famosa empresa Energizer. Sobre esto, su colaborador Pat Mulcahy contaba: “cuando surgió la oportunidad de comprar Energizer, nos reunimos a las 13hs a ver los balances de la empresa. Realizamos un simple modelo en una servilleta. A las 16hs nos volvimos a reunir y ofertamos USD 1400 mill por la empresa.” Corta la bocha.
Qué tienen en común Buffett, Malone, Stiritz y el carnicero del Peugeot? que los 4 aplican el sentido común… el menos común de los sentidos. Por paradójico que suene.
No analices el mercado. Estudia los negocios que cotizan en él.
Volvamos al llano y bajemos los conceptos que estuvimos charlando: el enfoque que utilizaron Buffett, Malone o Stiritz para comprar el 60% de estas empresas es el mismo que el tuyo si queres comprar el 10%. O el 1%. O en este caso, el de millones de acciones fragmentadas cotizando en bolsa, el 0,0001%.
Dicho esto, ya comprendés que no hay ningún mercado que analizar. Hay NEGOCIOS que analizar. Y en la bolsa cotizan las acciones de decenas de miles de negocios. De buena y mala calidad, con buenos y malos productos, con gerentes que nos defienden y otros que intentan canibalizarnos, e interminables detalles más que requieren atención. Encontrar perlas en un océano extenso es un verdadero reto. Pero detrás de eso vamos.
Me quedó clara la filosofía. Y cómo compro?
Vamos a la parte operativa. Para comprar acciones necesitas un intermediario, léase un banco o en un broker. Pero comprar acciones en el banco es como comprar asado en el supermercado. Probablemente encuentres mejor precio/calidad yendo directamente a la carnicería (broker).
Y acá tengo un dilema. Está bien contar qué broker uso yo o queda como publicidad barata? llegué a la conclusión de que si te estoy ayudando a cruzar el rio no te puedo soltar la mano en el último trayecto. Por eso te comparto lo que yo uso:
Para Argentina utilizo Cocos Capital. Pero también me gusta IEB. Para USA utilizo Interactive Brokers. Pero también me gusta TD Ameritrade.
Sugerencias finales
Podes pasártela estudiando libros de fútbol sobre cómo pegarle a la pelota, pero nada mejor que ponerte los cortos y salir a patear. Lo mejor siempre es animarse a meter unos pesos y empezar a operar. Te va a servir para practicar cómo comprar y cómo vender, para entender cómo varían las cotizaciones ante un evento de impacto (ya sea geopolítico o local), qué significan los ticker de las empresas (por ejemplo a MercadoLibre la verás cotizando como MELI), etc.
Sin miedo. Te prometo que del piso no pasas.
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Nos vemos pronto,